martes, 31 de mayo de 2016

El Caso Simón y la Noche de los lápices



Introducción
Dos temas se abordan en el contexto del presente trabajo; el primero se refiere al films cinematográfico La Noche de Los Lápices”, la cuál es el modelo de representación de la experiencia de los años de la dictadura militar en la República Argentina y que significa el discurso más abiertamente favorable a las políticas punitivas.

El segundo tema hace referencia al Caso Simón, el cual hace referencia a la fuerza de la condena a la violencia estatal de los setenta evidenciada en el alto grado de consenso y apoyo a los juicios a los responsables y participes de la represión ilegal, reforzada con la represión y punición por parte del Estado como mecanismo para resolver la problemática de la inseguridad, el modelo del Estado terrorista y el modelo del genocidio reorganizador.












Caso Simón.
El Caso Simón fue una sentencia, dictada en el año 2005 por la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina, en la que el Máximo Tribunal declaró la inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y de Punto Final conocidas como las leyes de la impunidad.

La inicial declaratoria de inconstitucionalidad de las leyes de obediencia debida y punto final, provocó que un gran número de las causas penales que se habían abierto con el fin de investigar los hechos cometidos durante la última dictadura militar quedaran paralizadas.

Luego, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que el Estado argentino garantizara los reclamos de verdad, se realizaron los procesos conocidos como juicios de la verdad, que por tratarse de delitos de lesa humanidad correspondía la aplicación retroactiva de la imprescriptibilidad de la acción penal.

Y, más tarde, en “Simón, Julio Héctor”, declaró la inconstitucionalidad de las leyes de punto final y obediencia debida, negándole a dichas normas cualquier efecto que pudiera oponerse al avance de los procesos o al juzgamiento y eventual condena de los responsables u obstaculizara las investigaciones en curso. Precisamente, esas investigaciones en curso tenían que ver con el secuestro, tortura y desaparición del grupo de estudiantes que luchaban por un boleto estudiantil.

Ello significaba que quienes habían cometido los crimines señalados anteriormente, y resultando beneficiarios de tales leyes, ya no podrían invocar ni la prohibición de retroactividad de la ley penal más grave ni la cosa juzgada, de acuerdo con lo establecido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos,  tales principios no podían convertirse en el impedimento para la anulación de las leyes mencionadas ni para la prosecución de las causas que fenecieron en razón de ellas, ni la de toda otra que hubiera debido iniciarse y no lo haya sido nunca.

A partir del fallo del caso “Simón” se produjo la apertura y avance de una gran cantidad de causas en todo el país y, con ello, una serie de  requerimientos por parte de los magistrados encargados de su tramitación, que incluyó a los responsables de la noche de los lápices.






La Noche de Los Lápices
Se conoce como la Noche de los Lápices a una serie detenciones ilegales, torturas, desapariciones y demás delitos considerados extrema dañosidad para la humanidad acaecidos sobre un grupo de estudiantes de secundaria que luchaban por unos beneficios estudiantiles más conocidos como “Boleto Estudiantil”.
Como quiera que los desaparecidos eran estudiantes, en su mayoría menores de edad, que fueron torturados antes de desaparecerlos el caso se convirtió en uno de los más reconocidos entre los actos de represión cometidos por la última dictadura cívico-militar argentina ocurrida entre 1976 y 1983.
El asunto tomó notoriedad pública luego del testimonio de Pablo Díaz, si no estoy mal, el único sobreviviente del grupo de jóvenes estudiantes secuestrados, testificó en el Juicio a las Juntas Militares.
La primera parte del film relata la actividad de los adolescentes y su lucha por conquistar el famoso boleto estudiantil la forma en la que fueron secuestrados y encarcelados; la segunda narra las circunstancias de la prisión y tortura de los jóvenes, siguiendo paralelamente la situación de las familias de los cautivos y la de sus captores.

El film se centra más en la experiencia física y psicológica de los personajes que en el contexto político y social imperante en la dictadura, desarrollando la historia de una manera que ésta se vea como universal y capaz de suceder en cualquier régimen autoritario, concentrándose en la situación de los seres humanos bajo extrema presión










Fuentes:




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