Introducción
Dos temas se abordan en el contexto del
presente trabajo; el primero se refiere al films cinematográfico La Noche de
Los Lápices”, la cuál es el modelo de representación de la experiencia de los
años de la dictadura militar en la República Argentina y que significa el
discurso más abiertamente favorable a las políticas punitivas.
El segundo tema hace referencia al Caso
Simón, el cual hace referencia a la fuerza de la condena a la violencia estatal
de los setenta evidenciada en el alto grado de consenso y apoyo a los juicios a
los responsables y participes de la represión ilegal, reforzada con la
represión y punición por parte del Estado como mecanismo para resolver la
problemática de la inseguridad, el modelo del Estado terrorista y el modelo del
genocidio reorganizador.
Caso
Simón.
El Caso Simón fue una sentencia,
dictada en el año 2005 por la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina,
en la que el Máximo Tribunal declaró la inconstitucionalidad de las leyes de
Obediencia Debida y de Punto Final conocidas como las leyes de la impunidad.
La inicial declaratoria de
inconstitucionalidad de las leyes de obediencia debida y punto final, provocó
que un gran número de las causas penales que se habían abierto con el fin de
investigar los hechos cometidos durante la última dictadura militar
quedaran paralizadas.
Luego, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en
cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos para que el Estado argentino garantizara los reclamos de verdad, se
realizaron los procesos conocidos como juicios de la verdad, que por tratarse
de delitos de lesa humanidad correspondía
la aplicación retroactiva de la imprescriptibilidad de la acción penal.
Y, más tarde, en “Simón, Julio Héctor”, declaró la inconstitucionalidad de las
leyes de punto final y
obediencia debida, negándole a dichas normas cualquier efecto que
pudiera oponerse al avance de los procesos o al juzgamiento y eventual condena
de los responsables u obstaculizara las investigaciones en curso. Precisamente,
esas investigaciones en curso tenían que ver con el secuestro, tortura y
desaparición del grupo de estudiantes que luchaban por un boleto estudiantil.
Ello significaba que quienes habían cometido los
crimines señalados anteriormente, y resultando beneficiarios de tales leyes, ya
no podrían invocar ni la prohibición de
retroactividad de la ley penal más grave ni la cosa juzgada, de acuerdo
con lo establecido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, tales principios no podían convertirse en el
impedimento para la anulación de las leyes mencionadas ni para la prosecución
de las causas que fenecieron en razón de ellas, ni la de toda otra que hubiera
debido iniciarse y no lo haya sido nunca.
A
partir del fallo del caso “Simón” se produjo la apertura y avance de
una gran cantidad de causas en todo el país y, con ello, una serie
de requerimientos por parte de los magistrados encargados de su
tramitación, que incluyó a los responsables de la noche de los lápices.
La Noche de Los Lápices
Se conoce
como la Noche de los Lápices a una serie detenciones ilegales, torturas,
desapariciones y demás delitos considerados extrema dañosidad para la humanidad
acaecidos sobre un grupo de estudiantes de secundaria que luchaban por unos
beneficios estudiantiles más conocidos como “Boleto Estudiantil”.
Como quiera
que los desaparecidos eran estudiantes, en su mayoría menores de edad, que
fueron torturados antes de desaparecerlos el caso se convirtió en uno de los
más reconocidos entre los actos de represión cometidos por la última dictadura
cívico-militar argentina ocurrida entre 1976 y 1983.
El asunto
tomó notoriedad pública luego del testimonio de Pablo Díaz, si no estoy mal, el
único sobreviviente del grupo de jóvenes estudiantes secuestrados, testificó en
el Juicio a las Juntas Militares.
La primera
parte del film relata la actividad de los adolescentes y su lucha por
conquistar el famoso boleto estudiantil la forma en la que fueron secuestrados
y encarcelados; la segunda narra las circunstancias de la prisión y tortura de
los jóvenes, siguiendo paralelamente la situación de las familias de los
cautivos y la de sus captores.
El film se
centra más en la experiencia física y psicológica de los personajes que en el
contexto político y social imperante en la dictadura, desarrollando la historia
de una manera que ésta se vea como universal y capaz de suceder en cualquier
régimen autoritario, concentrándose en la situación de los seres humanos bajo
extrema presión
Fuentes:
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