A las inquetudes de los ciudadanos

Hermano Obman, gracias por su respetuoso comentario y créame que en la eventualidad de ser alcalde, trabajaremos con las personas mas y capaces, comprometidos con la comunidad, con sensibilidad social y con gran vocación de servicio., pero por encima de todo eso, debe primar la honradez; no aceptaré que se pierda, se roben o se mal invierta ni siquiera un solo peso del municipio y en lo relacionado a la rendición de cuentas, ya yo me comprometí que rendiré informes, mínimo cada 6 meses y en la plaza pública, sin que eso indique que los ciudadanos, sea quien sea, no pueda pedir información y negársela, sin importar que la información este en internet. Creo que el deber del funcionario es dar la información que el ciudadano necesite, como la necesite y cuando la necesite. Así que no entiendo como a usted se le puede ocurrir que en una eventual administración nuestra, ya que no puedo decir mía, ya que el municipio es de todos, yo seré un simple administrador encargado por los ciudadanos, yo me enojaría, antes por el contrario, estaré orgulloso de que los ciudadanos se interesen en preguntar sobre lo que se está haciendo y, desde ahora le digo a usted y todos los ciudadanos: en mi administración toda respuesta a una pregunta, sea por derecho de petición, de información verbal o escrito, debe como mínimo responder lo siguiente: quien, como, cuando, dónde y por qué. Todo funcionario debe acogerse a este principio, y no es que se vaya a esperar a que pasen 15 días, no señor, todo debe responderse en el menor tiempo posible.
En cuanto a las acciones comunales, primero que todo buscaré la forma de que se fortalezcan, y serán parte importantísima en muchos de los procesos que realizaremos, como el de la pedagogía para enseñarles a las comunidades los mecanismos de participación ciudadana, para evitar en todo lo posible, que se vuelvan a dejar engañar tan fácilmente ni mucho menos permitir que se roben o se mal inviertan los recursos.
Con relación al caso de la mala o pésima ortografía a que usted hace referencia, quiero decirle que la culpa no es de la gente, la culpa es del sistema, que ha permitido que se siga impartiendo educación de mala calidad, ojala el pueblo se dé conmigo la oportunidad de tener un alcalde con este tipo de intenciones, para que vea usted como superamos todas esas deficiencias, y desde ahora le digo; al termino de nuestro gobierno, no habrá en nuestro municipio, una sóla persona que no sepa leer y escribir; mínimo eso, porque la idea es que todos aprendan a manejar un computador y que los estudiantes al concluir su bachillerato salgan hablando inglés. Ahí es donde vamos a invertir gran parte de las regalías.
En cuanto a la lambónería, cambiarán los papeles, en caso de lambonería, nosotros seremos los que debemos ser los lambones, pero del pueblo, con respeto, seremos súbditos, pero del pueblo, que es a quien se debe el gobernante.
Respecto a lo de las salidas. Ni a Bogotá ni a Sincelejo, ni a ninguna otra parte se irá sin una debida justificación que amerite el viaje y sin la debida publicidad; que el ciudadano sepa porque y a que se fue el funcionario y a su regreso, deberá rendir un informe sobre lo que hizo, que se logró; ese mismo informe deberá formar parte del informe que rinda en plaza pública. Los sucreños no volveremos a pedir nunca mas, vamos es a exigir que se nos cumpla, que nos devuelvan los más de 50 años de abandono. Vamos a planificar a Sucre – Sucre como un municipio grandioso, en el que los ciudadanos vivan dignamente y se sientan orgullos de estar en él. Y respecto a lo que dice Tobías, de que vaya siquiera un día al ms a pasar en sucre, me parece un insulto. Yo no había querido referirme a este tema porque tenía entendido que si estoy aspirando a ser elegido alcalde de mi pueblo, es porque voy a vivir en él, pero para su tranquilidad, quiero que sepan que ya ese tema lo hablé con Diana mis hijos también, que si sucre toma la acertada decisión de elegirme alcalde, nos vamos a vivir de un todo para allá.
Les reitero mis agradecimientos por sus comentarios los cuales acojo con mucho respeto